Cuenta una leyenda japonesa que si tienes algo
que desees con el corazón y quieres que se haga realidad debes crear mil
grullas de papel y lo lograrás. Esta leyenda es centenaria en el país del
lejano oriente, pero cobra verdadero significado con la niña Sadako Sasaki y la bomba de Hiroshima
durante la Segunda Guerra Mundial.
Ésta solo tenía dos añitos cuando explotó la
bomba en su ciudad, Hiroshima. Durante diez años parecía una niña normal, pero
a la edad de 12 años los médicos le diagnostican leucemia (cáncer hematológico)
debido a la irradiación de la bomba.
Estando la pequeña Sadako en el hospital una
amiga, Chizucho, le cuenta la leyenda de las 1.000 grullas de papel,
diciéndole lo mismo que decíamos al inicio: que si deseas algo con mucha fuerza
y construyes 1.000 grullas, los dioses
te conceden el deseo que tanto deseas.
Sadako por supuesto quiere sanarse, así que
decide ponerse con todo su empeño a realizar esas mil grullas que le hacen
falta para obtener su deseo. Por desgracia la pobre murió antes de poder
lograrlo en octubre de 1955, cuando
tan solo había completado crear 644 grullas.
Pero su historia quedó para la posteridad
gracias a sus amigos, que quisieron completar la misión que tenía Sadako, y lograron
completar las mil grullas necesarias. Por desgracia ya no podían salvar a su
amiga, pero pidieron algo mejor: que se acabaran las guerras y se alcanzara la
paz en el mundo.
Como decimos su historia pasó a ser una
leyenda mundial, más cuando a los tres años de su muerte la ciudad de Hiroshima
le dedica a Sadako una estatua de ella con una grulla en la mano representando
la paz. De hecho ésta se encuentra en el Parque de la Paz de Hiroshima.
Y además aquí no acaba la maravillosa historia
de las grullas de papel. Actualmente cada 6 de agosto, día mundial de la paz, a
la ciudad de Hiroshima llegan millones de
grullas de papel de todo el planeta buscando la paz mundial. Estas grullas
se cuelgan en el monumento a Sadako, con la esperanza que el mensaje llegue a
todo el mundo.
A mí personalmente esta historia ya me ha
llegado a lo más profundo de mi corazón. Y siempre la voy a recordar cuando vea
una grulla de papel.